Intento ignorarla
Evitar su existencia
Esperando alguna señal
Para destruir los templos que la veneran
Y las religiones que confunden su esencia
Basta
Quiero dormirla a mi lado en mis noches malas
Así despertarla al llegar los días nuevos
Atraparla justo cuando autoriza la salida del sol
Nunca me pedirá un escrito
Pero ella se desliza en mis tintas
Nadando en todos los líquidos que siembran
Se recuesta suspensiva en mis puntos
Desnudándose con mis silencios
Al acecho y leve como la pluma que desea
Condenando cada letra en el castigo de su piel
Bueno
Cada provocación por ella es una cacería
Mi pecado original es un arpón atravesándola
Y una palabra que ame, un paso hacia mi
Cómo no escribirle
Me acecha con sus miradas allá
Donde intenta leer a través de su frío empañado
Escondiéndose bajo mis uñas cuando la necesito
Usando hielos como lupas para quemar su pecho
Sabe ser el color oscuro que tiñe mi piel
El rayo erizando cada poro
Listo
Desarmarla y armarla sin conocerla
Adivinar sus pensamientos sin estar en ellos
Llenándome de locuras por su ausencia
Obligándome ortografía hiriente y apasionada
Respetándola hasta en mis insultos
Nada
Callarme, y aun así, que sienta su poesía.-
JPLG(c)2016
"Tierras Poéticas"; Editorial Equinoxio 2018